Por primera vez, lograron que naciera el clon de
un perro.
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SEUL Y LONDRES. DPA Y EFE
El biólogo surcoreano Hwang Woo Suk, el "Doctor Clon", anunció que su
equipo consiguió clonar por primera vez a un perro, hasta ahora el animal
más difícil de clonar.
El perrito clon se llama Snuppy, abreviatura de Seúl National University
Puppy, vale decir, cachorro de la Universidad Nacional de Seúl, la
"maternidad" donde nació. Nació el 24 de abril "a partir de células
adultas con el método de transferencia de núcleo", idéntica técnica a la
utilizada para engendrar a la oveja Dolly, el primer mamífero clon.
Los detalles técnicos del avance, que fue financiado por el gobierno de
Corea del Sur, fueron publicados ayer en la revista Nature. Básicamente,
tomaron material genético de las células de un afgano, lo introdujeron en
un óvulo vaciado de su núcleo, y lo estimularon para que se transformara
en un embrión, para luego implantarlo en el seno de la madre adoptiva, de
raza labrador.
Hasta el momento esa metodología —probada con éxito en ovejas, ratones,
vacas, cerdos, gatos, cabras, mulas y ratas— había fracasado en perros. De
hecho, los científicos admitieron que el trabajo fue muy difícil. Cada uno
de los pasos que funciona bien en otros mamíferos, en perros falla porque
su biología reproductiva es diferente. Por ejemplo, desde el inicio
tuvieron el problema de conseguir un huevo maduro y no encontraron la
manera de estimular la ovulación con hormonas.
Lee Beyong Chun, el primer autor del estudio, contó a The New York Times
que comenzaron el proceso en agosto de 2002. El equipo trabajó doce horas
por día, 365 días al año, y utilizó 1.095 huevos para tener como resultado
el nacimiento de Snuppy. La madre estuvo preñada 60 días —lo normal en
perros—, y el cachorro pesó 550 gramos. Nació por cesárea.
Pero de más de mil embriones transferidos a 123 recipientes, sólo Snuppy
sobrevivió. Uno terminó en aborto, y otro murió de neumonía a los 22 días
de vida. Los investigadores no relacionaron esa dolencia con el hecho de
que haya nacido por clonación.
Otros expertos saludaron ayer al equipo que sigue sorprendiendo al mundo
científico. En mayo pasado habían anunciado la creación de embriones
humanos obtenidos por clonación y que se habían extraído células madre de
otros embriones. Ahora, con la noticia del perrito clon. Hwang fue
felicitado por el profesor Ian Wilmut, de la Universidad de Edimburgo.
Wilmut, quien se hizo célebre al dirigir el equipo que clonó a la oveja
Dolly, destacó que es necesario optimizar el método de trasferencia
nuclear para cada especie particular.
Los científicos también pusieron distancia con el uso no científico que
puede llegar a tener la estandarización y popularización de la clonación
de perros. Su meta, dijeron, es encontrar cura a varias enfermedades como
hipertensión, diabetes, cáncer de pecho o problemas como las cardiopatías
congénitas.
El estadounidense Gerald Schatten, de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Pittsburgh, firmante del trabajo, dijo: "La transferencia
nuclear es un instrumento extraordinario de investigación científica y
médica. No se trata de medicina reproductiva ni de clonar a familiares
nuestros, ni siquiera animales de compañía." Lo que buscan es obtener a
partir de embriones células madre que puedan transformarse en distintos
tejidos del cuerpo humano. "Las aplicaciones veterinarias de los
eventuales trasplantes para tratar distintas enfermedades que se dan en la
especie canina pueden convertirse en los primeros usos clínicos de la
clonación terapéutica", dijo.
La ineficiencia del proceso de clonación de perros dificulta por el
momento su comercialización. "Transferimos 1.095 embriones y conseguimos
un perro. Si yo fuera un inversor y alguien viniera y me dijera que
tenemos una técnica que trabaja al 0,09%, le diría que eso no suena como
una buena inversión."
Infografía
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